La iluminación correcta y sabiamente aplicada, es esencial para adaptarse a diferentes espacios, también representa un impresionante complemento a una decoración contemporánea.
Las empresas más innovadoras de hoy están creando espacios de trabajo que reflejan su enfoque empresarial de vanguardia; entornos que se convierten en una fuente de inspiración para sus empleados y estimulan la colaboración, gracias a su diseño único y correcto.
Ser más o menos productivo en el trabajo depende de muchos factores… pero pocas veces se repara en aspectos tan importantes como son las condiciones ergonómicas y, en especial, la iluminación del puesto de trabajo.
Una correcta iluminación en el entorno laboral aumenta de forma exponencial el rendimiento, la productividad del empleado y la satisfacción del cliente… además de suponer un importante ahorro energético para la compañía.
Unas buenas condiciones lumínicas del espacio de trabajo o de un espacio comercial son clave para determinar un aumento de la productividad de los empleados o de una subida de las ventas. Acorde a una investigación de la Universidad de Correll de Estados Unidos, estas condiciones adecuadas de la iluminación podrían repercutir hasta en un aumento productivo del 5%.
Algunos consejos para lograr una correcta iluminación en la oficina:
1. Procurar un uso pleno de la luz natural que entra por las ventanas, puertas o tragaluces. No obstante, considerar que la iluminación debe ser natural y artificial, teniendo en cuenta que los rayos solares no deben llegar de manera directa sobre la superficie de trabajo, ya que pueden causar deslumbramientos o aumento de la temperatura ambiente. Además, es necesario colocar algunas luces regulables o instalar interruptores para controlar la iluminación y así reducir la oscuridad y el resplandor.
2. En cuanto al tipo de lámparas para situar en los puestos de trabajo lo más recomendable es optar por fluorescentes, que emiten menos calor que las incandescentes tradicionales.
3. Las luminarias blancas son ideales para los espacios de trabajo, ya que incrementan la concentración y productividad del colaborador. Lo contrario ocurre con las luces de tono amarillento, que crean ambientes cálidos y por ende relajan a los trabajadores.